El efecto “sun kissed” es una tendencia de maquillaje que consiste en darle un aspecto bronceado y luminoso a la piel, como si hubieras estado expuesta al sol. Para conseguirlo, tan solo necesitas algunos productos como iluminador, polvos bronceadores, colorete, máscara de pestañas y algún gloss o bálsamo labial.
Está indicado para cualquier tipo de piel y ocasión, ya que se adapta a los diferentes tonos y gustos. Es perfecto para la vuelta al trabajo, los meses de otoño e inverno, o en cualquier ocasión que deseemos un efecto buena cara casi instantáneo.
Pasos a seguir y productos que necesitas para conseguir el efecto “sun kissed”:
Aquí te dejo los pasos imprescindibles para dominar esta técnica que no son otros que los polvos bronceadores, el colorete y el iluminador. Pero ojo todo en su justa medida y orden adecuados.
- Limpiar e hidratar el rostro con tus productos de cuidado de la piel habituales.
- Utilizar un corrector del mismo tono que la piel y una base de maquillaje ligera.
- Aplicar un iluminador en las zonas altas del rostro (pómulos, nariz, frente, mentón y arco de cupido). Las zonas pueden variar en función de la intensidad de los efectos que desees conseguir.
- Aplicar polvos bronceadores en el puente de la nariz y la parte alta de los pómulos, difuminando bien para evitar cortes bruscos que le harían perder naturalidad y endurecer.
- Aplicar un highlighter o iluminador en polvo en las mismas zonas que el iluminador líquido, para potenciar la luminosidad.
- Aplicar un colorete rosado o melocotón en las mejillas, para dar un toque sutil de color.
- Aplicar una máscara de pestañas y terminar con un gloss o bálsamo labial.
¿Cómo escoger el tono ideal para conseguir el efecto “sun kissed”?:
Para escoger el tono ideal para el sun kissed debes tener en cuenta el color de tu base de maquillaje, tu piel y por supuesto la edad. Aquí tienes unos sencillos consejos según los expertos:
- Si tu tonalidad base es clara, puedes optar por polvos bronceadores en tonos dorados o melocotón, que aportan calidez y luminosidad.
- Si tu tonalidad base es media, puedes elegir polvos bronceadores en tonos marrones o terracota, que crean contraste y profundidad.
- Si tu base es oscura, puedes usar polvos bronceadores en tonos cobrizos o anaranjados, que realzan el brillo y el color.
Pero ojo que además del tono de tu piel hay que tener otros factores en cuenta como la edad. A más edad más luz y menos oscuridad y sigue la regla de no superar más de 2 tonos el tuyo natural.
Nota: Aplicar un colorete melocotón o rosado en tus mejillas puede darte un toque muy sutil pero favorecedor y ser el broche de oro para triunfar con esta tendencia.
La importancia de utilizar las brochas adecuadas.
Como en todos los temas relacionados con el maquillaje utilizar las brochas adecuadas es fundamental. En este caso necesitaremos al menos tres:
Una brocha grande de pelo muy tupida para que al aplicar los polvos bronceadores no queden ni líneas ni cercos en el rostro. Es importante aplicarlos de forma uniforme para que no se vea la cara llena de manchas.
Otra segunda brocha ya más estrecha y definida para aplicar el highlighter o iluminador. En este caso debemos ser más precisos, por eso la brocha debe ser más pequeña para no aplicarlos de forma indiscriminada y que el acabado luminoso se transforme en una sensación de piel grasa.
Y la tercera para aplicar la nota de color en las mejillas. Aquí podríamos utilizar la habitual del colorete.
*Es importante no mezclarlas, en nuestros cursos de automaquillaje observamos que soléis usar las brochas de forma un poco indiscriminada y eso es un gran error. Por ejemplo sii usas la del colorete para el highlighter luego no podrás sacarles los brillos. No debes olvidad que cada brocha tiene su forma y su función y la base de un buen acabado es hacer un uso adecuado de cada una de ellas.