El rizador de pestañas es un utensilio de belleza muy usado y fácil de manejar que en cuestión de minutos consigue unos efectos increíbles. Pestañas rizadas y largas desde su base y hasta la punta en tan solo unos segundos. Pero… ¿conoces cuáles son las ventajas y las desventajas de utilizar esta herramienta de maquillaje y su correcta aplicación?, a continuación, lo compartimos contigo.
Quizás hayas oído a menudo que el rizador de pestañas es perjudicial para ellas, porque puede hacer que se quiebren o estropeen, sin embargo, si se usa adecuadamente no tiene porque ser siempre real. Eso si, lo que no tienes que olvidar es que, como todo en la vida, abusar de algo nunca es bueno. Por ello, tanto cuando realizo un maquillaje para un evento o en mis cursos de automaquillaje siempre digo que el rizador es una herramienta que, utilizándolo de vez en cuando y de la forma adecuada, puede ser un buen aliado a la hora de alargar tus pestañas y darles forma sin la necesidad de aplicar máscara o aplicando esta para potenciar sus efectos.
Pero partamos de la base, lo primero sería conocer y evaluar los diferentes tipos:
Existen varios tipos de rizadores de pestañas, los rizadores metálicos, los rizadores de plástico y los rizadores calientes. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, dependiendo del efecto que quieras conseguir y del tipo de ojo que tengas. Aquí te explicamos sus diferencias:
El rizador caliente o térmico:
- Ventajas:
- Resultados más duraderos que los tradicionales, gracias al calor que permite un moldeado más marcado.
- Te ahorra la presión innecesaria de los rizadores tradicionales.
- Facilita la definición y posterior peinado de las pestañas.
- Inconvenientes:
- Si no lo usas en la temperatura o tiempos correctos puedes quemar o dañar las pestañas.
- Es sin lugar a dudas más caro que los rizadores tradicionales y necesita de pilas o una batería
El rizador metálicos:
- Ventajas: logran un rizado intenso y duradero, se adaptan a la forma del ojo y son resistentes y durables.
- Inconvenientes: pueden pellizcar o dañar las pestañas si no se usan correctamente o si están en mal estado.
El rizador de plástico:
Los rizadores de pestañas de plástico son una alternativa a los metálicos, pero no son tan comunes ni tan efectivos. Funcionan de forma similar, pero en lugar de tener una goma y un filo metálico, tienen dos piezas de plástico que se juntan para curvar las pestañas. Algunas ventajas y desventajas de este tipo de rizador son:
- Ventajas: son más baratos, más ligeros y más seguros de usar, ya que no hay riesgo de pellizcar o cortar las pestañas.
- Desventajas: no logran un rizado tan intenso ni tan duradero como los metálicos, se rompen con mayor facilidad y no se adaptan tan bien a la forma del ojo.
Si eres fan del rizador pero te asusta que su mal uso acabe dañando tus pestañas, sigue los siguientes tips:
- Utilizar siempre con las pestañas limpias y antes de aplicar la máscara de pestañas. sí lo utilizas después pueden quedar pegadas al rizador y arrancarse al separar.
- Asegúrate de colocar bien las pestañas dentro del rizador y antes de apretar revisa que todas las pestañas hayan quedado dentro.
- Si tan solo quieres darles un poco de forma mantén presionado el rizador solo unos segundos, pero si te vas de fiesta y necesitas una curvatura extra, mantenla unos segundos más. Lo más recomendable es hacerlo durante no más de 10 segundos. Y recuerda “Apretar un poco es más que suficiente” ya que es el exceso de presión es lo que principalmente las deteriora
- Repite el proceso en el otro ojo.
- Aplica máscara de pestañas para fijar el resultado.
Lo segundo y no menos importante que el uso de una buena técnica, es chequear el estado del rizador. Es fundamental mantener la almohadilla limpia y en buen estado, por eso, es importante cambiar la goma cuando se vea desgastada o sucia, cambiando las mismas si hiciera falta cada dos meses y limpiarlas con un poco de agua y jabón después de cada uso. Es importante que no olvides que una goma desgastada o deteriorada aparte de no cumplir bien su cometido puede sobre todo dañarlas o partirlas.
Nota: Un hábito muy común, que es claramente desaconsejable, es usarlo tras la aplicación del rímel ya que podrías romperlas porque estarán secas y duras.